lunes, 21 de octubre de 2013

Amenazas


El apoyo gubernamental ha disminuido drásticamente, de modo que el parque ha pasado de tener 63 guardaparques en 1999 a unos 10 en la actualidad. Estos 10 guardaparques deben patrullar y proteger un área de casi 560km². Esto provoca una gran falta de control que a su vez lleva a una masiva cacería ilegal. Los científicos están alarmados con esta situación. Se ha advertido que los jaguares y otros felinos de la península de Osa están en grave peligro de extinción en la región. Aparentemente la caza ilegal de saino (Tayassu pecari) en el parque nacional ha llevado a una reducción crítica de estos animales, que constituyen la principal fuente de alimentación para los jaguares.
La disminución en las poblaciones de chanchos de monte ha provocado que los jaguares abandonen su hábitat natural y se acerquen a zonas pobladas en busca de presas más fáciles como cabras, vacas o perros. Fundación Corcovado reportó un caso reciente, unas personas de una comunidad vecina al parque mataron a dos jaguares, dejando huérfano a un cachorro que probablemente no pudo sobrevivir. La población de jaguares en Corcovado se estima en 50 ejemplares.
Otra amenaza es la deforestación en la reserva forestal Golfo Dulce.
Recientemente y gracias a la ayuda de organizaciones como Bosque Lluvioso de los Niños de Austria o The Nature Conservancy, la Fundación Corcovado ha podido contratar 8 guardaparques de tiempo completo para patrullar y proteger la zona. La cantidad de citaciones entregadas a cazadores se ha triplicado, retando a quienes en el pasado actuaron impunemente.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario